SALIR DEL ARMARIO

Soy émpata y soy una persona altamente sensible, entre otras cosas.

Hasta ahora, y como estos términos se desconocen y suenan a algo esotérico, raro, o se interpretan como «espiritualoides», he preferido pasar inadvertida. He vivido en el armario.

Soy mujer, heterosexual, blanca, de clase media, profesional: «común», «del montón» podríamos decir, pero igual he vivido en el armario, porque jamás he dicho abiertamente «soy esto».

La verdad es que me molesta mucho, y me parece absolutamente ridículo, que tengamos que rotularnos; decir «soy esto o soy lo otro», ¿A QUIÉN LE IMPORTA? Es todo muy absurdo, la verdad. Pero en este planeta parece ser que todavía sí importa, porque lo que no se rotula, no se entiende y, si no se entiende, se condena.

Estamos acostumbrados a etiquetas: nacionalidades, condiciones sexuales, género, profesiones, razas, ideologías, religiones, etc. Para buscar un trabajo, especificar currículum es comprensible; para hacer amigos o relacionarnos, me resulta una estupidez.

Antes me callaba, por ser políticamente correcta, por no molestar, por miedo a ser diferente y que no me entiendan, por caer bien… o solo para que me quieran. Ahora, me da igual.

No se trata de salir «con orgullo», ni ninguna reivindicación inútil y pancartista. No me siento identificada con las reivindicaciones ni los orgullos. NO. Mi objetivo es práctico: ya soy adulta, me moriré en algún momento; que mi vida, al menos, sirva para que otros que vienen detrás de mí lo pasen mejor. Solo eso.

Soy émpata y soy una persona altamente sensible.

¿Qué es eso? Para los que no lo saben, es importante que se informen, ¡no por mí!, sino por los niños que son así y que son incomprendidos, que son diagnosticados con enfermedades que no tienen, enviados a psicólogos o psiquiatras que no tienen ni remota idea de lo que les pasa y los diagnostican mal o les dan terapias que solo les hacen daño (a mí me ha pasado). Por desgracia, los maestros tampoco tienen idea de qué se trata.

Hace poco, los padres de una niña altamente sensible consultaron a una psicóloga por recomendación de la maestra del colegio. Yo había hablado con los padres de la niña de antemano, para que le comentaran a la psicóloga sobre el tema. La profesional, haciendo gala de su total ignorancia (y profunda mediocridad, ya que ni se interesó por averiguar de qué se trataba), les dijo a los padres que «si la niña era tan sensible, había que investigar por qué». Me dio ganas de decirle que hay que investigar por qué ella es tan idiota, o tan soberbia, o tiene los ojos marrones, pero me contuve. Es increíble, pero claro, todavía hay profesionales que dicen que se puede curar la homosexualidad, así que no debería sorprenderme tanto...

En conclusión, mi único objetivo es que los padres, maestros, psicólogos y psiquiatras se informen, se formen, se eduquen y conozcan estas características para que puedan contener y apoyar a los niños que sean así, para que crezcan sin traumas, felices y acompañados, en un entorno que los acepte y los entienda.

Hay información disponible; solo hace falta buscar correctamente en sitios serios, que no hagan del tema un comercio repugnante. Nada más.

(Para más datos: En inglés hay mucha más información que en español. Buscar información seria sobre "empath" y "Highly Sensitive Person - HSP").
Algunas pistas:
VIDEO: ¿Cómo fue nuestra vida siendo Niños Altamente Sensibles? PAS
LIBRO: Comprendiendo al Niño Altamente Sensible: Cuando ve a través de Sus Ojos un Mundo Abrumador 
LINK: HOW TO KNOW IF YOU'RE AN EMPATH
LIBRO ONLINE: ÉMPATAS. LA CAPACIDAD DE SENTIR COMO LA OTRA PERSONA. ¿Por qué hay personas que no pueden ver el telediario? de Beatriz Montes Berges
BLOG POST: The Differences Between Highly Sensitive People and Empaths