
1
Quién
hubiera creído que se hallaba
sola
en el aire, oculta,
tu
mirada.
Quién
hubiera creído esa terrible
ocasión
de nacer puesta al alcance
de
mi suerte y mis ojos,
y
que tú y yo iríamos, despojados
de
todo bien, de todo mal, de todo,
a
arrojarnos en el mismo silencio,
a
inclinarnos sobre la misma fuente
para
vernos y vernos
mutuamente
espiados en el fondo,
temblando
desde el agua,
descubriendo,
pretendiendo alcanzar
quién
eras tú detrás de esa cortina,
quién
era yo detrás de mí.
Espero
que alguien venga, inexorable,
siempre
temo y espero,
y
acabe por nombrarnos en un signo,
por
situarnos en alguna estación
por
dejarnos allí, como dos gritos
de
asombro.
Pero
nunca será. Tú no eres ésa,
yo
no soy ése, ésos, los que fuimos
antes
de ser nosotros.
Eras
sí pero ahora
suenas
un poco a mí.
Era
sí pero ahora
tengo
un poco de ti.
No
demasiado, solamente un toque,
acaso
un leve rasgo familiar,
pero
que fuerce a todos a abarcarnos
a ti
y a mí cuando nos piensen solos.
No comments:
Post a Comment