Cuando retengo a alguien,
cuando lucho por retener a alguien,
cuando impido que alguien avance en su camino,
detengo mi propio camino,
y la tensión por evitar lo inevitable,
se vuelve rígida.
La pausa es irreal,
una ilusión,
porque la vida avanza a pesar de mí,
la energía se mueve a pesar de mí.
Todo lo que tiene que suceder,
sucede
y siempre es correcto.
No comments:
Post a Comment